La pregunta que se explora en este libro es hasta qué punto se ha producido un cambio en las relaciones entre Estados Unidos y América Latina a partir de los sucesos del 11 de septiembre de 2001. Dado que Estados Unidos ha priorizado el tema de seguridad en su agenda interna y externa, es esperable encontrarnos con impactos inmediatos en la región.
Temas de seguridad portuaria, inteligencia, migraciones e incluso sistemas de entrenamiento militar podrían verse afectados con las decisiones tomadas desde la Casa Blanca.
¿Ha existido una «militarización» de la agenda de relaciones entre Estados Unidos y América Latina? ¿Existe un condicionamiento de temas de la agenda interamericana a cuestiones de seguridad? ¿Es factible establecer formas de cooperación en un mundo unipolar? Los autores responden en forma sistemática y documentada a estas preguntas analizando los países del MERCOSUR, la Región Andina, Centroamérica y el Caribe. Se trata de una aproximación novedosa a los nuevos dilemas de política exterior para la región.
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