Las prácticas educativas ocupan una parte muy importante de la actividad humana. En el acerbo popular, a veces, la educación queda limitada a la escuela y, por tanto, a las prácticas educativas escolares. Sin embargo, si entendemos la educación como el centro de la apropiación cultural, aparece claro que se extiende bastante más allá de la escuela. Así, la familia, los medios de comunicación, los grupos de amigos, las instituciones culturales, etc., ejercen una notable influencia educativa, de modo que nociones como educación permanente, animación socio-cultural, educación familiar, formación ocupacional, etc., forman parte ya de bagaje de nuestra sociedad y se configuran como prácticas educativas de pleno derecho.
Este libro se ocupa principalmente de las prácticas educativas familiares, de la influencia educativa de los medios de comunicación y de su relación con las prácticas educativas escolares. Además, describe la vida actual de la infancia y propone una serie de criterios para encarar su educación desde el ámbito de la comunidad.
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